Como osteópatas, nunca vamos a trabajar exclusivamente el síntoma (dolor lumbar), ya que nosotros entendemos toda la columna como si fuera una sola articulación, compuesta de muchas vértebras, discos, ligamentos, músculos, etc. Toda la columna trabaja para dar estabilidad, mantiene el tronco erguido, permite los movimientos del tronco y en ella se anclan los músculos de la espalda. Una de las funciones más importantes de sus discos es la amortiguación, ya que va a recibir todos los impactos de nuestro día a día: cuando corremos, saltamos etc. En condiciones óptimas, esas fuerzas se van a repartir equilibradamente por el muelle de nuestro cuerpo (la columna vertebral).

La estabilidad fisiológica (normal) de la columna vertebral puede verse alterada por los desequilibrios tensionales de los brazos y las piernas, al igual que por tensiones mandibulares y alteraciones viscerales. Todos estos se pueden producir por sobrecargas, traumatismos, inflamaciones viscerales, alteraciones del sistema nervioso (como el bruxismo, diafragmas congelados, etc.), posiciones forzadas mantenidas durante mucho tiempo, falta de movilidad por lesiones secundarias, etc. que acaban alterando la columna y finalmente pasan factura a las zonas bajas de la columna, allí donde descansa el pilar de nuestro cuerpo. Si un muelle lo mantenemos rígido o lo sobrecargamos, todas las presiones que se dirigen hacia abajo, gracias a la gravedad, acabarán por sobrecargar toda la zona baja de la columna.

Según esta visión más global es lógico pensar que la mayor parte de sintomatología en la columna se produzca en las zonas lumbares. Ahora bien, para nosotros, los osteópatas, no vemos sentido a trabajar únicamente sobre la musculatura que está soportando todas las tensiones de todas las partes del cuerpo. Debemos buscar donde se produce la mayor tensión y descargarla para que todas las presiones se repartan adecuadamente por toda nuestra columna devolviendo el equilibrio al cuerpo.

Y esto sin entrar a discutir sobre el dolor crónico, sensibilización del sistema nervioso central o el componente biopsicosocial del dolor, que eso lo dejaremos para otra entrada.

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