Descubriendo la osteopatía

Desde bien joven sufrí diversos problemas de espalda que los médicos no supieron explicarme a que se debían. Por aquel entonces, empecé a sospechar que lo que sucedía en mi vida tenía mucho que ver con mi deteriorado estado físico, pero no encontré ninguna terapia que viera de manera global el conjunto de mis padecimientos. Probé todas las formas de terapia que los médicos pusieron a mi alcance, pero volvía a recaer una y otra vez sin que nadie me explicase que me sucedía, hasta que un reencuentro fortuito con un antiguo amigo me enseñó la osteopatía.

Desde el primer momento comprobé que se trataba de una terapia muy especial ya que trabajaba con el cuerpo de manera muy respetuosa, sin infligir dolor y sin hacer ningún movimiento brusco. Le daba un sentido global al cuerpo, todos los sistemas están conectados unos con otros: el muscular, el esquelético, el sistema nervioso y el visceral; y la osteopatía se encargaba de trabajar todas en conjunto para mejorar el funcionamiento del cuerpo sin perder de vista el contexto emocional y psicosocial del individuo. Por fin comprendí que me sucedía, y muchas preguntas empezaron a tener respuesta